viernes, 7 de diciembre de 2012

Normas de urbanidad. Alfonso dixit

"... sobre el mantel no se deja nada".
El autor del opúsculo resulta ser el televisivo P. Loring —Wyoming, toma nota—, que allá por los cincuenta y los sesenta debía de representar el no va más de la modernidad. La voluntad de aggiornamento se percibe desde la portada misma, cuya estética quasi conciliar anuncia liturgias vernáculas y misas cara al pueblo. Atrás queda el naturalismo magdaleniense del paleocatolicismo con estampas de seminaristas relamidos. El latín prácticamente se ha esfumado. Sobrevive solamente una frasecilla testimonial —Non sufficit sed requiritur— si no contamos el LAUS DEO del remate, que ni siquiera es el preceptivo AMDG, siglas que, con el galopante olvido del latín que padecemos, pronto van a sonar a oídos de la mayoría como una especie de aserejé jesuítico.
Modernidad insípida —a escala de los sesenta, entiéndaseme— es, pues, lo que uno... ( + )
Alfonso.

7 comentarios:

Alejandro dijo...

Si sois buenos, y metéis al menos dos comentarios, os pondré la foto de Lino trinchando el cabrito (¿o se dice "al cabrito"? o... "trinchando, el cabrito"?
Ah, por cierto, sabed que Santos Castro se comprometió es escribir una hagiografía del SEMECOM.

Paco Alonso dijo...

Uno ya vive más de recuerdos imaginados que de hechos que realmente sucedieron. A mí me "suena" que había muchas normas referentes a la higiene personal. ¿Con qué criterio nos ponían quincenalmente la nota de urbanidad? Habrá que releer con detenimiento la joya de las normas de urbanidad que aún conserva Alfonso. ¡Qué pena no localizar el cuaderno de las notas quincenales que el padre Rodilla comentaba en el estudio de Gramática!

Lino Uruñuela dijo...

Yo digo que tengo memoria de pez pero de pez anciano: no recuerdo semejante manual de urbanidad, que más bien parece un manual de defensa frente a los elementos naturales, minerales o animales pero espero que Alfonso me lo fotocopie para incorporarlo a mi colección de libros antiguos de escuela, que es la que más aprecio.
Por cierto, Alejandro, no era el SEMECOM sino el SEMECOB (Seminario Menor Comillas Baloncesto)...
Espero no gafar el blog porque en las últimas intervenciones cuando he puesto yo una entrada se ha quedado ahí clavada sin que nadie diga ya nada...

Alfonso Fernández dijo...

Lino, cuenta con el folleto original del P. Loring. ¿Qué mejor destino puede encontrar que tu colección sojuelense de reliquias didácticas? Y de paso refrescas tu escamosa memoria. Aquí lo tienes, para cuando decidas acercarte por estos pagos.
He tenido que revolver bastante para encontrarlo, pues desde el verano, cuando envié el comentario a Alejandro, no lo había vuelto a ver. Sigue pareciéndome soso, aunque como documento de época puede tener su interés.
Entresaco un par de artículos más:
132.-"La mano izquierda no debe tenerse, normalmente, debajo de la mesa". (No nos dice el porqué).
174.-"Ducharse al menos una vez por semana; sobre todo en verano. Quien no se ducha a menudo -aunque él no se huela- olerá para los demás, y este olor no es precisamente agradable. ¡Cuántos penitentes huyen por culpa de los malos olores de ciertos confesores!"(Insospechada incidencia de la falta de higiene en el incremento de la población infernal)
337.-"Al dar la mano a una señora, no apretar demasiado." (¡Qué frágiles eran entonces!)
342.-"Si le besan a uno la mano -aunque sea un Coronel- si es un caso aislado (visita esporádica), dejarlo hacer..." En fin, mejor lo dejamos aquí.
Saludos
Alfonso.

Lino Uruñuela dijo...

No, no, Alfonso, prefiero cien veces que nos lo vayas dando a sorbitos con tus comentarios que le dan toda la gracia de la que probablemente carecen los artículos.
Lo de la mano izquierda abajo sería una pequeña complicación para los zurdos que tendrían que comer prácticamente debajo de la mesa...

Alejandro Rivas dijo...

Ay! que ya sabía yo que el deporte tampoco era lo mío. Y mira que le di vueltas, por me sonaba en ruso "semecov" pero, no veía forma de encajar la v. Así que tomo nota. Y ya de paso, lo de la mano izquerda.. no sé yo si has leído bien. Piensa Lino que con aquellas abstinencias, mantener la mano fuera de la vista no debía ser nada recomendable.
Una cosa más, Alfonso, los nuevos capítulos que has destacado me parecen de gran trascendencia. Sabía que conviene ducharse una vez a la semana, aunque no haga falta, pero es que con los calores del verano, con sotana negra y el penitente a tan corta distancia... podría incluso dar por cumplida la penitencia

Lino Uruñuela dijo...

Efectivamente, Alejandro, yo había leído que había que tener la mano izquierda debajo de la mesa; por eso decía que los zurdos lo iban a tener crudo...
A propósito de apretujar la mano de las señoras, ¿os acordáis de aquella excursión de señoras extranjeras que se presentó un día y Mariano, el portero, que no entendía ni papa, les dijo amablemente: "Esperen un momentito que voy a avisar al P. Ireneo que es polígamo"...?