domingo, 20 de mayo de 2012

IAM EST HORA DE SONNO SURGERE

Seguro que aún resuena esta frase en el estudio de gramática cuando el padre Teófanes intentaba despertarnos del letargo en el que caíamos durante la meditación de la mañana. A los pipiolos nos podía más la somnolencia de la madrugada que las profundas reflexiones sobre los puntos de meditación de la noche anterior. Y aprovechando una de las muchas frases latinas que siguen vivas en nuestro recuerdo, quiero recordaros a todos que el blog de Comillas60 lleva en coma inducido todo el año 2012. Como algunos queremos sacarlo de este coma empiezo despertando vuestras conciencias y os animo a que, venciendo la habitual pereza, nos sentemos un rato en el ordenador y escribamos alguna de nuestras vivencias, sucesos, chascarrillos, noticias, etc.
Yo casi todos los días, como seguro que también hacéis algunos de vosotros, pincho en el enlace de nuestro blog con la secreta esperanza de encontrar alguna noticia nueva. Pero, claro, como yo no escribo, tampoco escriben los demás. Así que, públicamente me comprometo a enviar un comentario al blog todos los meses y así algunos que aún no se han estrenado con sus comentarios, rompan su silencio y nos espabilen como lo hacía con su soniquete el padre Teófanes. (aún sigo percibiendo el olor a café en su cuarto de padre espiritual junto a la capilla).
La noticia más impactante que he recibido estos días es el derrumbe que se ha producido en los cuartos en los que vivimos en sexto y preu, (porque en primero de filosofía ya nos llevaron al hispano), donde tantas vivencias se agolpan. (Aún recuerdo las partidas de cartas en mi cuarto con Fausto Pardo, Javier Armendáriz y Santos Castro y la manta tapando el cristal de la puerta por el que se seguía filtrando la mortecina luz azul del flexo doblado hacia la partida interminable de tute). Por las fotos no he podido distinguir si lo que se ha caído corresponde a “nuestros” cuartos o a otra parte del edificio. Espero que me lo aclaréis. (Alejandro Rivas nos pondrá aquí un enlace para que nos percatemos de todo lo que se ha derrumbado). Sé que estaba previsto que hace unos días hubieran vuelto a grabar nuevas imágenes de nuestro pasado, Ramón Sánchez-Infante y Ángel Andérez, gracias a la colaboración de Alejandro Rivas, pero no pudo ser. ¡Qué pena no haber podido inmortalizar las últimas imágenes vivas de nuestros cuartos!


Sirvan estas líneas de un leve tirón de orejas a todos y estímulo para que, ya que estamos en período de pascua de resurrección, empiece a respirar, gracias a la colaboración de todos, este blog.
Bueno, y dejando para otro momento el insistir en el próximo encuentro en Comillas en el mes de septiembre, os envío un fuerte abrazo a todos, quien os sigue recordando con mucho cariño,
 Paco Burón.

4 comentarios:

Lino Uruñuela dijo...

Recuerdo perfectamente la escena de Teófanes pero la frase que decía era "Hora est IAM de somno surgere";me acuerdo porque en la fuerza del "iam" se le escapaba la saliva, que podía terminar en la cabecita de cualquier pobre gramático... Lo del olor a café también lo recuerdo, más aún, creo que ahí cogí el vicio del café.¿Os acordáis de aquellas simples resistencias que usábamos para calentar el agua para el café cuando ya tuvimos cuarto?
De todas formas lo que más me impresionó de Teófanes (además del nombre) fue el rumor que circuló de que había matado a uno jugando a pala.¿Realidad o leyenda urbana? ¿y los soplos que nos hacía en el cogote en el estudio de gramática? Si alguien sabe por qué lo hacía, por favor, que me lo explique...

Alejandro Rivas dijo...

No quisiera "distraer" a los que estáis pensando en sacar a Lino de su angustiosa duda sobre los "soplos en el cogote" pero resulta que acaba de llegar un comentario de José Antonio Ricondo a la entrada anterior, la del Comillas fusión en la que echa en falta menciones sobre dos de nuestros queridos Morenos ...
Le debemos una respuesta.
Por cierto, los de sus curso se reunieron en Comillas el fin de semana del pasado 12-13.
A ver si para el año que viene hacemos una auténtica "fusión" entre cursos.

Pepe Prieto dijo...

Los soplos en el cogote no era precisamente el Espíritu Santo que vuela y sopla donde quiere, sino simplemente, creo yo, era para que no nos durmiéramos y atacásemos los puntos de la meditación con decisión, aquellos que previamente habíamos apuntado en aquella libreta negra, lo más parecido a una conciencia.
Lo de las resistencias, de alta tecnología, que cuando había mas de dos calentando el agua lo normal era que se fundiesen los plomos y la discusión era quien era el que tenía que cambiarlos, ante el enfado que siempre había alguno que lo que quería era estudiar y no le dejábamos con tanta interrupción.
Volviendo al P. Teófanes y a las charlas antes de comenzar las vacaciones el peligro que tenían las primas,más que para Rajoy la prima de riesgo, y el plomo debajo del ala. Pero eso será para otro día.

Paco Alonso dijo...

Tienes toda la razón, Lino. Pero ya sabes que el señor Alzheimer también afecta a las locuciones latinas y eso que estudiamos mucho "pensum".
¿No os acordáis del reclinatorio que tenía el padre Teófanes en su habitación? Supongo que sería para examinar la colocación de los cilicios. Yo cuando me volví más "espiritual" utilicé alguno cuando el Padre Picón era Padre Espiritual en cuarto o quinto.
Y sigo teniendo un trauma al no haber ingresado en la congregación de María y poder presumir de esas medallas tan marianas con el color azul y blanco.