Santos Castro comenta en un correo:
Gracias Paco por tu esfuerzo y cariño para que pudiésemos reencontrarnos ayer bajo tu hospitalidad. Era un día muy complicado para mí y tenía una reunión importante a la que asistir después de veros. Me encantó el clima el buen humor a pesar de los estragos del paso del tiempo. Estamos en forma. Abrazos. Santos
José María Calvo Cirujano desde Toledo me envía este correo:
Querido amigo:
Las gracias soy yo quien ha de dártelas. El esfuerzo no era tanto (soy del Real Madrid, aunque ni mate ni suspenda a nadie por ello) y merecía, como así fue, la pena. Veros, después de tantos años, fue para mí un gratísimo momento. Veros a algunos una verdadera emoción y a otros una inmensa curiosidad (a alguno ni le reconocía ni me acordaba y temo que en algún caso fuera recíproco). Compartí con la mayoría casi dos terceras partes de la “estancia” de los más resistentes, los que hicisteis juntos ”el viaje” completo; pero algunos nos apeamos o nos apearon en estaciones distintas o acordamos “paquete” distinto. De todos modos los recuerdos son muchos, casi todos buenos, y los años aquellos fueron ricos, ricos y con fundamento.
Los que no hemos merecido el júbilo del retiro (y nos amenazan con demorarlo), tenemos que encontrar el rato para ponernos a labores, tan deleitosas como delicadas, de desenterrar nuestra particular memoria histórica, ordenarla y plasmarla en tan diabólica tecnología disponible. Pero soy de los que cuando me siento, no me levanto. Al blog entro, lo que no hago, todavía, es ni subir cosas ni incluir comentarios, pero ya falta menos.
Un fortísimo abrazo y muy agradecido por ser como eres y hacer posible lo de ayer. Un beso, Burón. Y mi afecto a tu mujer y a todos los tuyos. José María
Las gracias soy yo quien ha de dártelas. El esfuerzo no era tanto (soy del Real Madrid, aunque ni mate ni suspenda a nadie por ello) y merecía, como así fue, la pena. Veros, después de tantos años, fue para mí un gratísimo momento. Veros a algunos una verdadera emoción y a otros una inmensa curiosidad (a alguno ni le reconocía ni me acordaba y temo que en algún caso fuera recíproco). Compartí con la mayoría casi dos terceras partes de la “estancia” de los más resistentes, los que hicisteis juntos ”el viaje” completo; pero algunos nos apeamos o nos apearon en estaciones distintas o acordamos “paquete” distinto. De todos modos los recuerdos son muchos, casi todos buenos, y los años aquellos fueron ricos, ricos y con fundamento.
Los que no hemos merecido el júbilo del retiro (y nos amenazan con demorarlo), tenemos que encontrar el rato para ponernos a labores, tan deleitosas como delicadas, de desenterrar nuestra particular memoria histórica, ordenarla y plasmarla en tan diabólica tecnología disponible. Pero soy de los que cuando me siento, no me levanto. Al blog entro, lo que no hago, todavía, es ni subir cosas ni incluir comentarios, pero ya falta menos.
Un fortísimo abrazo y muy agradecido por ser como eres y hacer posible lo de ayer. Un beso, Burón. Y mi afecto a tu mujer y a todos los tuyos. José María
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